Je me souviens quand je suis allée pour la première fois visiter le travail de Pablo Picasso mais je me souviens que je regardais ses dessins quand il était petit et j´adorais cette colombe qu’il avait dessiné à l’âge de 6 ou 7 ans quand il habitait à Malaga. Quelques années après, quand j ́étais à l ́université j´ai lu le livre de Françoise Gilot Vivre avec Picasso, aussi je suis allée regarder le film au cinéma. Picasso était une référence pour moi, chaque fois que j´avais l’opportunité je visitais différents musées pour admirer son travail en Espagne et en France. C’était un maître, comme Goya ou Velazquez mais plus proche dans le temps. e
La semaine dernière je suis allée une autre fois au Musée Picasso de Paris pour visiter des expositions en cours et c’était une expérience merveilleuse. En cette occasion j´ai découvert pour la première fois Picasso quand il était jeune. Toujours nous avons (Ou j´ai) l´image d´un Picasso âgé, le gein, le grand-père, le Picasso qui habitait avec Françoise, la légende de Les Demoiselles d’ Avignon et El Guernica.
Sa deuxième fille Maya, Maria de la Concepción, la fille avec Marie-Thérèse, née en 1935 est la narratrice d’ une autre exposition que nous pouvons aussi découvrir le musée. Maya partage les souvenirs avec son père, Pablo Picasso, depuis son enfance, la mort de l’ artiste et aussi des 20 dont ils ne parlent pas. Nous pouvons découvrir comment les deux peignaient et travaillaient ensemble, comme Picasso lui transmettaient l’amour pour l´Espagne, la culture et la famille qui ́habite en Espagne. Nous pouvons regarder la fin de la deuxième guerre et aussi la relation avec sa nouvelle femme et deux nouveaux frères et soeuers.
Son travail était aussi sur les murs, dans lespace, dans les chambres mais en cette occasion, l´homme, l´humain, est le protagoniste.
Aunque no consigo recordar con exactitud cuándo visité por primera vez un Museo Picasso, si me acuerdo perfectamente cuánto me impactaron sus dibujos, esos que hizo de niño, cuando apenas contaba con 6 ó 7 años en su Málaga natal.
Algunos años más tarde, cuando ya estaba en la universidad, leí un libro de Françoise Gilot, Vida con Picasso, también fui a ver la película. Picasso se convirtió en una referencia, cada vez que tenía una oportunidad visitaba su obra en España o en Francia. Picasso es el maestro, como lo son Goya o Tiziano, aunque él es más contemporáneo, más cercano.
Hace unos días fui una vez más al Museo Picasso de Paris para visitar las exposiciones actuales y realmente no me esperaba vivir una experiencia tan maravillosa después de tantos años de admirar al genio. En esta visita descubrí a Picasso de joven, al hombre, al ser humano detrás del mito. No sé si a todos nos pasa lo mismo pero cuando pienso en Pablo me viene una imagen fija a la cabeza, la imagen de un hombre ya mayor, anciano, el hombre que vivió con Françoise, el autor de las Señoritas de Aviñón o de El Guernica.
Su segunda hija Maya, Maria de la Concepción, la hija que tuvo con Marie-Thérèse y que nació en 1935 es la narradora de otra explosión de que podemos descubrir ahora en el museo. Maya comparte los recuerdos de su padre desde su infancia hasta su muerte, incluso aquellos de los 20 años en que dejaron de hablarse. A través de las imágenes familiares podemos verlos pintando juntos, podemos descubrir cómo le transmitió el amor por España, por su cultura o por su familia. También hay imágenes de la liberación de Paris al fin de La Segunda Guerra Mundial o de Maya y sus nuevos hermanos, los hijos que tuvo con Françoise.
En esta ocasión la obra no es lo importante, es solo el escenario, el contenedor que me permitió descubrir al hombre que fue Picasso.